miércoles, 8 de diciembre de 2010

Y los recuerdos son así, pequeños puñales que aparecen por la espalda cuando todo parece empezar a arrancar... Acciones que nos vemos casi obligados a cometer debido a ese rótulo imaginario de neón que los rodea... ¿Y qué viene después? ¿Una imagen quizá? Una sensación que no sabes cómo denominarla... Alegría, dolor, tristeza, ira, nostalgia... En fin, lo cierto es que no se puede evitar sonreír recordando aquel mensaje o conversación en torno al contenido de esa foto... Como reías libremente imaginando la situación que tenía lugar a unos 600 km pero que parecía estar siendo emitida por una pequeña televisión. Y, sin embargo, tras repasar mil veces la fotografía parecía incompleta, faltaba ella, faltaba yo... Y miré las caras extrañas que tantos días había intentado imaginar, y jugué a intentar adivinar días, y recordé como había imaginado lo incomoda que hubiera sido la situación de arriesgar todo por estar allí con él unos días ya que al fin y al cabo ya había salido bien anteriormente aunque sólo fueran unas horas... Y otra vez esa punzada, otra vez esa rabia, otra vez el pensar todo lo que estaría puesta a perder por volver atrás... Por que por una vez los planes hubieran salido bien, por haber sido capaz de cambiar el final, por ver un atardecer...


(foto:Sencé)

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